Ésta es una pregunta que todos debiéramos hacernos alguna vez, ya que, de no tener una vivienda adecuadamente aislada nos afectará directamente en nuestra economía y confort de forma negativa. La transmisión térmica tanto de interior a exterior y
viceversa se traduce en gasto energético cuando queremos mantener una temperatura confortable.
Pero un mal aislamiento no sólo se traduce en gasto energético, también se refleja en una falta de confort debido a los ruidos, entrada de polvo, humos, humedad, etc.
Para responder a la pregunta necesitaremos conocer los aspectos constructivos de nuestra vivienda para obtener una respuesta lo más ajustada posible y así intentar dar las mejores soluciones para corregir el problema que tengamos.
Puntos clave para el aislamiento de la vivienda. El Tejado.
Si nuestra vivienda es una casa, empezaremos por analizar el aislamiento del tejado. Un mal aislamiento del tejado puede suponer de un 25% a un 30% aproximadamente de la pérdida de energía en una casa. En un edificio de varios pisos este aspecto cambia significativamente si todos ellos están ocupados, y también en la forma en que cada uno de ellos mantenga la climatización.
En viviendas modernas suelen aislarse los tejados con diferentes materiales y técnicas, en general bastante efectivas, siendo la más habitual el aislamiento bajo teja. En el caso de las casas más antiguas suelen carecer de aislamiento, convirtiéndose el tejado en un verdadero problema de transmisión térmica y por lo tanto, de gasto energético y falta de confort.
¿Qué podemos hacer para mejorar el aislamiento de nuestro tejado?
Si carecemos de aislamiento en el tejado o es deficiente, desmontarlo para instalar el aislamiento no parece una solución muy razonable a no ser de que dispongamos de un buen presupuesto para hacer una reforma total del mismo y aún así habría que valorarlo adecuadamente. La solución más coherente y económica en éstos casos es realizar el aislamiento desde el interior
¿Cómo aislar el tejado desde el interior?
Dependiendo del tipo de bajocubierta que tengamos podemos darle una solución diferente:
En lugares donde las vigas de la cubierta estén a la vista y sobresaliendo hacia el interior
se podría colocar placas de poliestireno o paneles de lana mineral entre ellas, pero la cubrición de las vigas sería un trabajo dificultoso y de difícil solución con lo cual los costes de instalación del aislante se incrementarían, otra solución sería colocar estructura para instalar placas de yeso laminado y utilizarla como soporte del aislante.
En viviendas donde el aislamiento acústico no sea un problema, puede colocarse
aislante reflexivo cuyo principal característica es el aislamiento térmico. Este aislante se trata de varias
capas de aluminio intercaladas con un aislante y que consigue en muy poco grosor un aislamiento muy efectivo. Hay que decir que cuantas más capas tenga este tipo de aislante, mejor aislamiento conseguiremos. Este tipo de aislante no necesita de estructura y se adapta perfectamente a la obra y en el caso de que el bajocubierta no sea habitable puede permanecer a la vista.
Conclusión
Podríamos hablar de otras soluciones, ya que hay infinidad de materiales y técnicas para conseguir un aislamiento óptimo de nuestro tejado, pero recomendamos para este tipo de trabajo acudir a un profesional de confianza que conozca bien este campo de los aislamientos y que nos dará siempre la opción más adecuada a las necesidades de nuestra vivienda y presupuesto.
Mantener nuestra vivienda debidamente aislada, no solamente es una cuestión de economía y confort, también es una contribución a la salud de la vivienda y al medio ambiente.
Cualquier gasto en aislamiento debe tratarse siempre como una inversión ya que tendrá un retorno todos los años en ahorro aparte de ser una revalorización de la vivienda y de tener una calificación energética favorable.
Pronto continuaremos con más apuntes sobre el aislamiento en la vivienda.